¿Por qué aparecen?
El correcto funcionamiento del equilibrio reside en tres sistemas, cada uno de los cuales envía impulsos nerviosos al cerebro: los sensores de presión, el oído interno y la vista:
– En el cuello, el torso y las articulaciones de las piernas y los pies hay sensores de presión que transmiten información al cerebro sobre dónde está el cuerpo en relación con el entorno. Estos mensajes se envían cuando hacemos cosas como girar la cabeza, movernos o caminar sobre superficies diferentes.
– En el oído interno se encuentran diversas estructuras que regulan la correcta transmisión de los mensajes al cerebrosobre el movimiento, contribuyendo al equilibrio y la estabilidad del cuerpo.
– Por los ojos percibimos las imágenes del mundo que nos rodea a través de las terminaciones nerviosas de la retina, que poseen células sensibles a la luz y color llamadas conos y bastones. Cuando miramos algo, las imágenes llegan a la retina y los bastones y conos envían señales sobre sus características al cerebro a través del nervio óptico. El cerebro usa estas señales para interpretar lo que estamos viendo, generándose la percepción visual. Asimismo se recibe la información suficiente para percibir la profundidad (a qué distancia está un objeto), algo esencial para mantener el equilibrio.
– Como todos los síntomas asociados a la EM, los problemas de equilibrio/vértigo son resultado de la degradación progresiva de la mielina (capa externa aislante que rodea a las células y fibras nerviosas que permite su correcto funcionamiento) y de las fibras nerviosas. Ésto provoca un trastorno en la señal transmitida por las neuronas que conducen los impulsos del cerebro y la médula espinal hasta los músculos, lo que genera una activación excesiva.
De esta forma, la coordinación entre los tres sistemas implicados en el equilibrio no es la adecuada, lo que provoca mareos y vértigos.
Algunos de los medicamentos usados para tratar los síntomas de esclerosis múltiple, tales como relajantes musculares o los antidepresivos tricíclicos, pueden agravar el vértigo.
¿Con qué frecuencia aparecen?
Los problemas de equilibrio son muy comunes en los pacientes con esclerosis múltiple (EM), pero las causas y los efectos pueden variar en función del paciente y del momento del día.
Hasta el 33 % de los pacientes con EM experimentan vértigo en algún momento de su enfermedad.
Tratamientos
Los tratamientos farmacológicos para los trastornos del equilibrio/el vértigo en EM incluyen los siguientes medicamentos. Tu médico decidirá si alguno de ellos se adecua a tu trastorno:
– La meclizina se usa para prevenir y tratar las náuseas, los vómitos y el mareo causado por la sensación de vértigo. Es más eficaz si se toma antes de que aparezcan los síntomas.
– La escopolamina se usa para prevenir las náuseas y los vómitos, y se utiliza en forma de parche sobre la piel del paciente.
– El ondansetrón se usa para prevenir las náuseas y los vómitos. Se trata de un tratamiento oral.
– En los casos más graves de mareo o vértigo, se puede recibir un tratamiento a base de corticoesteroides.
¿Qué son?
El vértigo se define como un trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del propio cuerpo o de los objetos que lo rodean, acompañado con frecuencia por náuseas y vómitos.
El vértigo suele acompañarse de pérdida parcial o total de equilibrio, situación que se agrava por los movimientos de giro rápido.
Como consecuencia de trastornos de equilibrio puede aparecer repentinamente la ataxia, que se define como movimientos musculares descoordinados. La ataxia puede afectar el movimiento del cuerpo desde el cuello hasta el área de la cadera (el tronco) o los brazos y las piernas (extremidades).
Referencias:
1.US National Multiple Sclerosis Society, MS symptoms. Consultado http://www.nationalmssociety.org/Symptoms-Diagnosis/MS-Symptoms
2.Drs. M. Murie & E. Moral (2011): Espasticidad en esclerosis múltiple, ISBN: 978-84-15198-27-7, Luzán 5, S.A., Madrid, España.
Esta información es de carácter general, no suplanta el consejo de un profesional de la salud y no se debe usar para diagnosticar ninguna condición médica.
Si necesitas asesoramiento específico, consulta a tu médico, es el más indicado para resolver tus dudas y analizar tu estado de salud. Solo un profesional de la salud puede evaluar adecuadamente tu caso y determinar cuál es el mejor tratamiento.