¿Qué son los problemas de vejiga en EM?
Existen dos tipos de disfunción urinaria que son las más frecuentes en personas con EM:
1. Disfunción de almacenamiento. Este fenómeno se conoce como “vejiga hiperactiva” y se caracteriza por la sensación de tener que orinar frecuentemente, haciéndolo, sin embargo, en pequeñas cantidades.
2. Disfunción de descarga. Está relacionada con un vaciado insuficiente de la vejiga. El esfínter (músculo que cierra la salida de la vejiga) se contrae, de modo que el flujo de orina es escaso e intermitente, y la descarga acaba siendo incompleta. La orina que queda en la vejiga puede seguir provocando nuevas contracciones.
¿Cómo se manifiestan?
Los síntomas más habituales en las personas con EM son:
- Urgencia/apuro de orinar: Una sensación muy acusada de que la micción es inminente y no se puede posponer.
- Incontinencia: Pérdida de control urinario.
- Nicturia: Necesidad de orinar varias veces durante la noche.
- Vacilación o demora urinaria: Dificultad para iniciar la micción.
- Incontinencia de rebosamiento: Pérdida de control urinario debido a una vejiga demasiada llena que no se vacía. Normalmente se describe como «goteo».
- Sensación de vaciado incompleto: Una sensación de que permanece un resto de orina en la vejiga después de vaciarla. A veces la EM ocasiona una pérdida de sensibilidad en la vejiga, y puede ser que una persona no la vacíe por completo aunque no sea consciente de ello.
- Flujo débil de orina: El flujo es fino y lento.
¿Por qué aparecen?
Normalmente, cuando la vejiga está llena el cerebro recibe un mensaje de aviso. A continuación, la persona conscientemente reacciona a la sensación y envía, cuando decide orinar, a su vez un mensaje a través de la médula espinal hacia:
- El músculo que controla el funcionamiento de la vejiga (músculo detrusor)
- El músculo de la abertura de la vejiga (esfínter).
La coordinación entre estos dos músculos permite expulsar la orina de la vejiga.
Como todos los síntomas asociados a la EM, los problemas de vejiga son resultado de la degradación progresiva de la mielina (capa externa aislante que rodea a las células y fibras nerviosas que permite su correcto funcionamiento), y de las fibras nerviosas. Ésto provoca un trastorno en la señal transmitida por las neuronas que conducen los impulsos del cerebro y la médula espinal hasta los músculos, lo que genera una activación excesiva. De esta forma la descoordinación entre los músculos no permite expulsar correctamente la orina de la vejiga.
¿Con qué frecuencia aparecen?
- Las alteraciones urinarias (urgencia, incontinencia, vaciado insuficiente…) son uno de los síntomas más comunes en todas las etapas de la EM y su presentación es variable a lo largo de la enfermedad en una misma persona.
- Entre el 30 y el 50 % de los afectados de EM experimentan alteraciones urinarias en algún momento de su enfermedad.
Tratamientos
Para tratar con eficacia los problemas de vejiga es fundamental que los profesionales sanitarios realicen un examen exhaustivo y que el paciente siga sus consejos. Tu médico decidirá si alguno de ellos se ajusta a tu situación.
Existen distintos tratamientos:
1. Tratamiento farmacológico: los tratamientos más comunes son los fármacos que tratan la hiperactividad (exceso de actividad) de la vejiga o anticolinérgicos y también el uso de fármacos contra los síntomas asociados a la espasticidad. Antes de comenzar el tratamiento es importante comprobar el volumen residual de la vejiga, puesto que estos tratamientos pueden disminuir la eficiencia de vaciado y aumentar la cantidad de orina no eliminada.
tratan la hiperactividad (exceso de actividad) de la vejiga. Uno de los tratamientos habituales es el uso de medicamentos anticolinérgicos. Antes de comenzar el tratamiento es importante comprobar el volumen residual de la vejiga, puesto que estos tratamientos pueden disminuir la eficiencia de vaciado y aumentar la cantidad de orina no eliminada.
2. Entrenamiento de la vejiga: es una técnica de modificación de los hábitos que puede resultar útil para mejorar el funcionamiento de la vejiga. El paciente y el profesional sanitario deben establecer, si procede, un programa diario fijo para orinar, como, por ejemplo, cada dos horas. Fuera de los momentos de micción programados, la persona debe resistir la necesidad de evacuar la vejiga. El especialista también dará instrucciones sobre cómo entrenar la vejiga satisfactoriamente y realizar un seguimiento para observar los progresos.
3. Cateterización intermitente: se emplea como técnica de rehabilitación para entrenar la vejiga. Consiste en introducir un pequeño tubo, llamado catéter, en la vejiga a través de la uretra para dejar que salga la orina a través del tubo.
La autocateterización intermitente fomenta la autonomía y ayuda a mantener la autoestima, pero requiere un nivel de destreza manual suficiente para evitar problemas asociados como erosiones o infecciones. El paciente recupera el control sobre la micción y es más autónomo.
4. Regulación de la ingesta de líquidos: consiste en reducir la cantidad de líquidos consumida con el fin de disminuir la frecuencia urinaria y prevenir la incontinencia. No obstante, es importante no excederse en esta práctica, puesto que puede originar otros problemas como el estreñimiento.
Referencias:
1.US National Multiple Sclerosis Society, MS symptoms. Consultado http://www.nationalmssociety.org/Symptoms-Diagnosis/MS-Symptoms
2.Drs. M. Murie & E. Moral (2011): Espasticidad en esclerosis
múltiple, ISBN: 978-84-15198-27-7, Luzán 5, S.A., Madrid, España.
Esta información es de carácter general, no suplanta el consejo de un profesional de la salud y no se debe usar para diagnosticar ninguna condición médica.
Si necesitas asesoramiento específico, consulta a tu médico, es el más indicado para resolver tus dudas y analizar tu estado de salud. Solo un profesional de la salud puede evaluar adecuadamente tu caso y determinar cuál es el mejor tratamiento.